miércoles, 28 de abril de 2010

¿Es de alguien este niño?



"¿Es de alguien este niño?", venía diciendo una señora mientras caminaba de la mano de un niño (de aproximadamente 2 años) por medio del mercado "sobre ruedas" en un barrio al sur de la ciudad.


"¿No es de usted este niño?"


La escena era surreal por decir lo menos, siempre había imaginado a un niño perdido llorando por su mama, pero este niño estaba tranquilo de la mano de la señora


"¿Alguien perdió un niño? … Nene, ¿como te llamas?"


El niño no contestaba solo veía y veía a la gente sin decir palabra…


Algunas personas se acercaron a preguntar a la señora: "¿Este niño esta perdido?"


"Si, lo encontré aquí caminando solo, se le debe haber perdido a alguien".


Me agache y pregunte al niño "¿como te llamas?"


Me miró a los ojos, sonrío ligeramente y no dijo nada. Vinieron las deliberaciones e inició la búsqueda a lo largo del mercado, la gente reaccionando como si no entendiera...


¿Que si perdí un niño? ¿Tengo facha de haber perdido un niño?


Recorrimos 25 ó 30 metros del mercado y empezaba a desesperar: ¿Donde esta la mama? ¿No debería ver a una mujer enloqueciendo por su hijo?


Cuando apareció, en realidad fue otra persona la que se dio cuenta y preguntó a su amiga


"Oye, que un niño gordito, con playera blanca, ¿no será tu hijo?"


Y entonces apareció por fin la mama enloquecida (a estas alturas creo que enloqueció mucho menos de lo que hubiera esperado).


"¿Por donde esta el niño?"



El décimo consejo fundamental del Ometeotl invita a pensar positivo, a encontrar lo bueno en cada cosa que pasa:


La mama que paso por lo menos 20 minutos sin darse cuenta de que su hijo había "salido a la aventura" cuando otras mamas (las mas exageradas) hasta amarran a sus hijos con una linda pulsera-cable telefónico no es lo que me gustaría recordar de ese día.


Prefiero recordar que aún existen personas que detienen sus ocupaciones y se deciden a buscar a una mama perdida entre la multitud de un mercado. Esto vale y habla de la bondad de la gente aún en esta ciudad del ángel, inmensamente grande, caótica y muchas veces despiadada.


3 comentarios:

  1. En definitiva, un detalle de los que sabes observar %)

    ResponderEliminar
  2. Asi lo como lo dijo Pita... "todavía hay gente buena... "

    ResponderEliminar
  3. Así es Pak, tu relato años después va tan bien con lo que narré ayer.

    Creo que la humanidad aún tiene esperanza. Y eso me hace sonreír.

    Abrazo fuerte. :)

    ResponderEliminar